el camino hacia la autoconfianza
¿Te ha pasado que lo planeas todo, lo revisas todo, lo controlas todo… y aún así no sientes paz?
Esa necesidad constante de tenerlo todo “bajo control” puede parecer una forma de protegernos, pero muchas veces es justo lo que nos impide confiar en nosotros mismos y vivir en equilibrio.
¿Por qué nos cuesta tanto soltar el control?
Porque el control es una ilusión que nos da seguridad. Cuando no confiamos en lo que sentimos, cuando no tenemos claridad interna, buscamos certezas externas. Planeamos, anticipamos, manipulamos sutilmente, corregimos al otro, nos angustiamos si algo no sale “como debería”.
Muchas veces controlamos sin siquiera saberlo:
- Queremos que el otro “entienda sin explicarle”.
- Esperamos que cambie, que lo diga diferente, que reaccione como queremos.
- Nos paraliza tomar una decisión sin la aprobación externa.
- Vivimos con miedo de equivocarnos.
Y lo que hay detrás de eso… es falta de confianza en nosotros mismos. Es no saber si podremos sostenernos si algo cambia o se desmorona.
Lo más desgastante
Cuando no confías en ti, lo que no puedes controlar te consume. Y la vida, por naturaleza, es incierta. Así que te pasas los días frustrado, ansioso, atrapado en pensamientos interminables, decisiones sin tomar y emociones reprimidas.
Y eso tiene un costo:
- Relaciones donde no puedes ser tú mismo.
- Estrés constante por querer que todo esté perfecto.
- Dudas eternas antes de dar un paso.
- Cansancio emocional por vivir para complacer o evitar conflictos.
¿Qué significa realmente soltar el control?
No es rendirse. No es dejar de actuar.
Es cambiar el enfoque:
Dejar de mirar todo lo que los demás hacen (o no hacen), y empezar a mirarte a ti.
Es mirarte con honestidad, con ternura, con responsabilidad.
Soltar el control es dejar de vivir desde la ansiedad y empezar a vivir desde la confianza.
Y la confianza se construye dentro, no fuera.
¿Cómo se ve cuando confías en ti?
- Tomas decisiones sin quedarte paralizado por el “¿y si…?”
- No necesitas que todo sea perfecto para avanzar.
- Puedes pedir lo que necesitas sin miedo a perder al otro.
- Dejas de intentar que los demás cambien y empiezas a transformarte tú.
- Tienes paz, incluso cuando las cosas no salen como esperabas.
- Dejas de culpar, y recuperas tu poder.
volver a ti
Es aprender a mirar lo que hay detrás del control, conocerte profundamente, reconocer tus patrones, es fortalecer tu seguridad interna, es dejar de necesitar certezas externas y construir raíces dentro de ti.
Porque solo cuando confías en ti, puedes relacionarte con otros desde la libertad, no desde el miedo.
¿Qué parte de tu vida está pidiéndote soltar el control?
Déjanos tu comentario o escríbenos por DM en Instagram si algo de esto resonó contigo.